La esperanza de las tormentas

Hace semanas quería sentarme a escribir pero qué difícil se me hace (confieso que sólo tener una gripe de aquellas me ha hecho parar).

Bueno, aquí estamos, mi cerebro reviviendo de a pocos con fuertes electrodos de felicidad, mi cuerpo que pide un descanso de más de 10 horas al día y las pastillas de siempre (en la misma dosis y por el mismo canal).
Tengo tanto que agradecerle al universo por este nuevo año que tardaría más semanas en enumerarlo (y eso que sólo han pasado 41 días)

Pero aquí va lo más importante y merece una reflexión de esas que hago cuando me pongo un poco intensa...

-ANTES, PARÉNTESIS-
Hace un tiempo vengo diciéndoles (después de pasar meses en cama y luego en casa) que las crisis nos dan oportunidades, que siempre es hoy, que el motivo de nuestra existencia es resistir y muchas cosas bellas entre tanta desgracia propia o ajena.
Bueno, me pasa que me olvido en un microsegundo de todo esto cuando debo levantarme a las 3 de la mañana para estirar, ponerme compresas frías y calientes, tomarme por segunda vez un ansiolítico y etc... Pero claro ¿cómo carajos voy a repetir todos mis mantras de vida si estoy destruida en la cama? (y cómo mierda se los voy a pedir a ustedes)
-YA, CERRAMOS PARÉNTESIS-

Aquí va mi primer (re)descubrimiento del año.
Pasé un año sin empleo (estable), en ese mismo año me diagnosticaron la fibromialgia (me deprimi), en ese mismo y putisimo año las cosas cada día se ponían peor. Vaya que estaba hecha mierda por dentro (aún me siento así por ratos pero ya voy sanando).
Pero ¿qué hacemos con eso ah? ¿Nos hacemos cargo o seguimos esparciendo excusas de porqué el universo / la vida nos jodio tanto? (depende si lo "merecíamos" o no)
- ojo: ambas son parte de tú decisión -
Entonces, me dije:
"Mira, cojuda, si no aplicas a un trabajo te vas a quedar sin terapias, sin piscina, sin pastillas y sin hierbas que te ayudan a dormir" 
(en realidad, empecé a mandar mi CV hace unos meses atrás)
Así que más que por "esa fuerza que esperamos que nos llegue cual jedi en el espacio" lo hice por NECESIDAD.

-AHORA-
Dicto en dos bellos lugares: de Lunes a jueves me la paso jugando con "la tribu del agua" (niñxs de 4 y 5 años, hay uno de 3,5) en un bello cardumen de pecesillos recontra creativos (El Pez en la luna, sí, así se llama el lugar) y - NO VAN A CREER LO LOCA QUE ESTOY - los viernes y sábados dicto teatro (a niñxs, puberes y adolescentes, sí, tres grupos señores) en una comunidad llamada Huayllay, en Cerro de Pasco (la capital más alta del mundo, 4800 msn y un frío de la reputamadre) - COMPARTIR LO QUE AMO SIEMPRE ME VA A LLENAR DE ENERGÍA Y MUCHA FE- espero hablarles mucho sobre esto.
Ya, encima estoy asistiendo una obra de mujeres bellísimas y recontra poderosas, además de gestar y dirigir el proyecto que me trae loca hace dos años -ya pronto voy a hablarles de esto, se mueren.
¿Cómo hago TODO teniendo "esta condición de vida"?
(durmiendo todo el domingo y algunas locuras más)
DIFÍCIL. Diría que se necesita de mucha disciplina (mental y corporal) (que nunca creí tener)  y que espero no me abandone hasta que cobre el "ansiado" cheque.

- YA AHORA SÍ, AL GRANO -

En uno de mis viajes a la Sierra peruana (ya voy tres, sólo me faltan dos), contando lo difícil que es para mi columna y piramidales (esos que están en el culo) pasar 8 largas horas en bus, la pista se llenó de hielo, volcó un camión y pasamos 7 horas en medio de un nevado, junto a una larga fila de carros, buses y demás, sin señal de celular, con un frío de la gran puta y dos niños atrás mío vomitando.
No iba a ser tan cojuda de repetirme "vamos un día a la vez", a la mierda, por dentro gritaba (igual que el niño de atrás) ¡Quiero regresarme a mi casa! ¡Quiero a mi mamá! 
Pero ¿cómo chucha "hacernos cargo" en una situación así?
Bueno, después de 6 largas horas, decidí bajar a dar un vistazo, pensé "en algo debo distraerme" (ya que ganas de leer no tenía ni un carajo y mi compañero de asiento -un colega- ya se quedaba sin temas de conversación) y ahí bajando del frío y nauseabundo bus...




SE REVELÓ UN INMENSO SOL QUE ARDUAMENTE Y DECIDIDO SE HACÍA PASO  POR DETRÁS DEL NEVADO como diciéndome (LES JURO QUE LO ESCUCHÉ) 

"tranquila, ten la certeza que después de todas las tormentas siempre sale el sol" 
Así que afanadasa salí a estirar las piernas bajo el sol y entre la nieve, jugué un rato, pude subirme a un montecito donde la señal entró y llamé a mamá, y muchas cosas más.



Llegué a mi destino, mis alumnxs me esperaron las mismas 7 horas (QUÉ GRAN MUESTRA DE AMOR, CARAJO, YA VEN QUE TODO TIENE UNA RECOMPENSA, TENGAN FE) para ver "con sus propios ojos" que estaba bien, ya que andábamos desaparecidos y como un cuento les expliqué mi travesía  hasta que los truenos y granizos nos sacaron volando de allí (tan calientitos que estábamos), pude llegar al campamento donde me hospedo para poner a Cerati (en mi cuarto) a todo volumen y que mi miedo por la tormenta desaparezca.



Estaba destruida en cama, ya no podía tomar más pastillas, el baño caliente y los estiramientos pudieron ayudarme un poco pero cómo carajos quería regresarme a casa...por milésima vez en el día (ya de madrugada) me preguntaba ¿Cómo puedo superarlo? ¿Qué más hago? (tantas preguntas me durmieron)

Y a la mañana siguiente (ya era un zombie) EL MISMO PUTISIMO SOL APARECE EN MI VENTANA DICIÉNDOME  
"mírame, detrás de las nubes el cielo es siempre azul, sal a mirarme" 
(les juro que sólo tenía en mi cuerpo las drogas recomendadas y nuevamente lo escuché)

¿Mis clases? Bellas, desde ese día prometimos todos salir a saludar al sol -lo hacemos en todas las clases y grupos- (es una mezcla de las posiciones de yoga y nuestra imaginación) para que al menos nos dure hasta que acaben las clases.



Me tomé el tiempo de fotografiar su brillo resistiendo todo el camino de regreso.

No he dejado de pensar en el SOL, en la potencia de su existencia, y en cómo su luz puede darnos vida/esperanza.
No he dejado de pensar en ESA LUZ que mágicamente (estoy segura que nosotros la buscamos) aparece cuando creemos que todo está perdido. 
Tampoco he dejado de lado a las "tormentas"...
Las que aparecen sin avisar o las que ya venían viéndose en el camino (¿entienden la analogía no?)
Definitivamente, creo que al menos ya sé esperar a que pasen pero sobretodo  "HACER algo al respecto" (no me digan que no se puede) como tomar la decisión de salir a mirar el panorama por un rato y dejarse sorprender.

Esta es la bicicleta de Arelys, mi alumna.




La fibromialgia llegó en el momento más inapropiado de mi vida, acababa de terminar la universidad y mis ganas de comerme el mundo desaparecieron en un segundo, la tormenta continúa (algunos dicen que ya no se va a ir) pero vaya que cuando decido salir de mi escondite EL SOL (la luz) está ahí esperándome. 

Sal a buscarla. 
Ahora sí, vamos un día a la vez ¿te parece? 








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