Confiá

Sabes, no hay día que pase sin preguntarme el porqué de las cosas, desde niña me encantaba repetírselo a todo el mundo. La verdad es que estar aquí no está tan mal, al menos me sirve para seguir preguntandomelo - ¿me sirves un poco de hierba luisa caliente? – creo que me caes bien, gracias.
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Como detesto ESTAR contigo, déjame volver, déjame salir de cama, extraño caminar por la calle, leer un par de libros en el micro, bailar con mis amigxs, tomarme unas cervezas, abrazar a mis alumnxs, ver teatro, hacer teatro, me extraño, extraño mi vida…ME CANSO DE TU ETERNA “TARDE DE TÉ” DOLOR, dame chance, déjame salir de aquí, despiértame.

“Es posible que ya no te fijes en los cuentos
Que te cuenta el mundo no hace más que respirar
Es posible que tus ojos ya no emitan esa luz que
Enceguecía hace algún tiempo atrás.
” 

Bienvenida a la piensomialgia: para antes de salir.

Mira al techo y trata de concentrarte, el cerebro es tan inteligente y jodido que no te dejará, empezarás a repasar tu vida mientras escuchas algún álbum que conoces. Posiblemente te acuerdes de muchas cosas, un recuerdo te llevará al otro y así puedes pasarte horas, lloras, ríes, te sorprendes, te preguntas, imaginas, resuelves o solo sueñas.

Sin ser tan dramática, puedes concentrarte solo en apreciar el silencio. He probado incontables formas de “escucharlo”, me ha incomodado y entretenido (“vecina, ya deje los tacos, piense en sus varices”) o he recordado el famoso “punto azul” de Carl Sagan, he pensado mil veces: “rayos, solo somos un punto azul en el cosmos, sin ese punto todo sería igual” (¿saben que un porcentaje de los testimonios “casi suicidas” son gracias a Sagan? la Tierra solo es un punto y yo soy un micro punto de ella, si dejara de existir “ese punto azul” sería igual, solo uno más del cosmos)…volví al dramatismo… espero entiendan mi “punto”.

La piensolmialgia destruye tu cerebro. No pienses, no lo hagas. Amigo, amiga, amige, amigx, si estas en cama has cualquier cosa menos pensar puede que Sagan te revuelque con su teoría “existencial” y no la cuentes (o termines en cuarentena casi perpetua como yo), pero si lo haces (los que son de mi team) quédate con lo hermoso de cada recuerdo, error, acierto o circunstancia: el impulso, el elixir del vivir.

Ese mismo me ayudó a descubrir el “un día a la vez”, al menos le dijo a Sagan que se espere hasta mañana, mientras trato de pasar un poco de “tiempo productivo en cama”:
  •        Arma un fuerte de almohadas, uno nunca sabe cuándo será la invasión zombi o alienígena (ya sé, igual lo destruirían pero vale la intención).
  •     Prueba cambiarte de la cabeza a los pies (viceversa) o averiguar qué lado de tu cama está más hundido (derecho o izquierdo) siempre hay uno, ahí está la respuesta de qué hombro (o parte del cuello) te duele más, trabaja en ello.
  •    No seas tan “adulto” y si tu cama está al lado de la pared ¿qué esperas para pintarla? Con crayones (al viejo estilo). No, no es broma, es re divertido. A parte, se vuelve a pintar y listo.
  •    No veas tele, ni estés en la compu y ni te atrevas a usar el celular vas a JODERTE LA CERVICAL. Si deseas hacer caso omiso, hazlo, pero te estoy ahorrando sesiones costosas de terapia.
  •      Puedes descansar, pero hazlo de verdad, medita un poco, intenta vaciar tu mente (que Sagan no te ataque). Este último punto me cuesta mucho aún no sé por qué.

“Ya se fueron todos de la casa y la mañana envuelve todo, todo
Es un profundo azul
La verdad se enciende sola, es una flor en el silencio
Que quema de luz la habitación.

No crean que he derrotado la “piensomialgia” es demasiado complicada, pero como buena teatrera el secreto está en “hacer” y más allá de eso “el querer”. HAZ LO QUE QUIERAS PERO NO PIENSES, y si no puedes, intenta, porque aunque algunxs no lo sepan, el “intento” le suma puntos al “quiero”. Así que desde hace un tiempo el molesto personaje que llegó a mi vida “toma el té” con Sagan, claro que ambos aún no salen de mi “soñoliento cerebro”, que espero despierte después de la dosis extrema de “impulsos” que planeo darle…

Al salir de cama, pues… yo he intentado algunas cosas.

“A veces es mejor quedarse quieto con el
Trago en la mano en un rincón.”

  • Despertar a mis vecinos cantando el último concierto de Soda Stereo “Me verás volver”. En la sala, en la cocina, en las escaleras, en el baño, en el otro baño, en el cuarto de mamá, de mi hermano, en el mío, bueno, lo siento vecina debo vengarme de sus tacones.
  • Contar cuantas losetas de madera o paredes blancas componen mi casa mientras escucho algo de Amy o Charlie García (o la dignísima banda Jamiroquai).
  •  Licuar todo lo que encuentre en mi casa, hacer hierba luisa (u otra infusión natural), cocinar o tratar de picar alguna fruta (o verdura) – estoy en mi nueva etapa naturista (dignísima de un nuevo post).
  •  Barrer la sala, la cocina, las escaleras, el baño, el otro baño, el cuarto de mamá, de mi hermano y el mío. (demasiado agotador)
  •  Recitar poesía (perdone vecina).
  •  Reconectarme al mundo tecnológico (primero por mail).
  • Tener un amigo en otro país para hablar de estupideces (también por mail).
  •  Escribir o leer (experiencia digna de mil posts)
  •  Gritar “GUSTAVO TE AMO” alrededor de 10 veces en el día.
  •  Armar las sesiones que voy a dictar (“cuando me sane”)
  •  Gritar cuando hago mi hora de ejercicios (dignísima de un nuevo post)
  •  Pegar posters en mi cuarto, sacarlos y volverlos a pegar.
  • Clasificar mis libros por temática o alfabeto, separar los que voy a regalar… incluir los que “iba a regalar”.
  • Tender mi cama, probarle nuevas almohadas o cubretodos, escuchar cómo me llama para recostarme en ella y salir “corriendo”.
  • Observar cuanta ropa tengo y… solo mirarla. (ahora uso buzos o cosas que pueda ponerme fácilmente o mis hermosas pijamas)
  • Cuando tengo muchísima fuerza (y no tanto frio) salgo al balcón para mirar a los perros hacer caca, al colegio vecino que hace sus clases de educación física en la loza, al vecino fumarse un cigarrillo, al panadero tocar su bocina desde las 4:45 hasta las 6:45 pm vendiendo postres o simplemente observar lo que venga.
  • Rodar por toda la casa (cuando el cuerpo me regala esa dicha)

Y muchas cosas más (digamos que ver MEMES es lineal a todo esto).

“Tengo que confiar, saber esperar, tengo que respirar
Es un panic attack y sacarme de una vez esta cruz
La vida son los círculos, los círculos dan vuelta y los círculos se van.”


Ustedes pensaran que hago payasada y media, pero lo cierto es que antes de la fibromialgia ya sospechaba de los lujosos detalles de la vida. Bien dice el dicho “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” (recontra cliché) pero cada día que una persona enferma se pasa en cama, anhela lo mínimo del “vivir”. Esto que antes ni me detenía a “disfrutar” es mi cuota diaria para que Sagan salga de mi casa, vida, cerebro o al menos para que el otro personaje (el dolor) se debilite poco a poco.

De repente suena recontra cliché que te exhorte a disfrutar que puedes pararte de cama, salir de casa, caminar en el parque, bailar, disfrutar que puedes moverte y es que (una vez más) sino eres tú entonces quién (no Sagan, por favor) sino es ahora, entonces cuando. Todos los días redescubro cosas: prepararme un té, bañarme, ponerme ropa limpia, leer un libro viejo, escuchar y bailar mis canciones favoritas, reírme con mis amigxs o del vecino, todos los días redescubro el “vivir”.
Hace más de un año para mi montaje de bachillerato escribí en el programa de mano (a modo de coincidencia): “soy defensora del primer impulso y (hace un tiempo) consciente de sus consecuencias”. Si hiciera una lista con los errores y aciertos que he tenido antes y después de dicha “definición” Sagan se apoderaría de mi mente en un segundo, no es que quiera negar mis tropiezos pero creo que ya tuve (tengo) suficiente Karma con esto de tratar de salir de cama.

“Cuando yo creí que estaba todo bien en realidad
Estaba haciendo todo exactamente mal
No es tan grave en verdad las cosas van
Moviéndose y se mueven a la larga porque sí.

Y tal vez, como un día escribí por ahí, al igual que el teatro estoy en mi famosa “curva del personaje”, ese en el que al personaje le pasa algo (toma una decisión o cambia de circunstancia) y cambia de rumbo, es decir, ya no es el mismo.  Tal vez en esta resistencia interna solo me queda confiar que “Lo que pasó fue para bien, no lo trates de entender sabes que ya no hay vuelta atrás, tuviste la oportunidad, pero si algo he aprendido hasta ahora del mundo es que el  mejor momento aún no vino, está por llegar” como dice Páez, así que pacientemente un día a la vez le repito a Sagan y al dolor que si hoy ganaron, mañana les daré pelea, y si hoy gané, mañana encontraré una forma de hacerlo de nuevo.


(Para ti) Confía que todo va a pasar, resiste; date un tiempo para disfrutar lo caótico y (a veces) pequeño del vivir; y recuerda…


“Es tu vida, no se puede tocar, es una caja preciosa no se puede tocar…”
Confiá, Fito Páez.


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